Es bien sabido que las arañas son eficaces en la dispersión y colonización, en parte debido a su capacidad de “volar en globo” (pequeñas arañas (por ejemplo, especímenes inmaduros o adultos de las especies que son pequeñas) producen hilos de seda y dejan que el viento las recoja y las lleve a distancias lejanas. Esta pasiva habilidad para dispersarse ha servido arañas y les ha permitido estar entre los primeros animales colonizadores de nuevos hábitats. Por ejemplo, después de la erupción del Monte Santa Helena, el despoblado fue re-colonizado con el tiempo, las arañas representaron el 23% de la lluvia de artrópodos arrastrados por el viento, y contribuyeron 105 individuos por metro cuadrado.
- Las arañas, realmente, están en todas partes y se pueden encontrar en cualquier lugar (dominan la tundra y flotan por el aire como diminutos aeronautas de ocho patas). Esto me lleva (por fin) hasta el punto de este artículo:
- Las arañas son uno de los primeros en llegar a un ecosistema, debido a sus increíbles habilidades en la dispersión y colonización.
- Muchas arañas que acaban de morir dejan sus pequeños cuerpos en descomposición, dejando atrás los nutrientes.
- Muchas de las especies de arañas construyen telas, y la seda contiene muchos nutrientes. Independientemente de si la seda capta con éxito una presa, con el tiempo, será un punto caliente de nutrientes.
- Gran cantidad de otros “plancton aéreo” llegarán a estas redes (esto incluye artrópodos como los mosquitos, que son la presa clave para las arañas en el norte). Y estas presas pueden ser o no comidas por las arañas. El plancton aéreo también incluye a otros “restos” que quedarán flotando (esporas de hongos, suciedad, etc.) Todas estas “golosinas”, actúan como un área concentrada para una sopa, cada vez mayor, de nutrientes.
- Las telas de araña recogen humedad en los sistemas secos, árticos, polares y desiertos, y muchos otros hábitats de nueva creación, la acumulación de la humedad es esencial para el desarrollo continuo de los ecosistemas. Seguir leyendo »